La incertidumbre es la principal razón por la que muchas personas no se arriesgan a emprender una idea de negocio, y también es el principal miedo de quienes se animan pero apenas están empezando. Y esto no es un miedo irracional, empezar un negocio tiene sus riesgos, y más en un país como el nuestro en el que las condiciones no son las más favorables; pero esto no quiere decir que sea algo poco recomendable, hay cantidades de pruebas a nuestro alrededor de que se puede emprender y salir victorioso, ¿pero cuál es la clave? Estar preparado y conocer los beneficios a los que se pueden acceder siendo un pequeño empresario.
A continuación vamos a dejar unos datos que pueden ayudar tanto a personas que quieren empezar a emprender como a aquellos que ya lo han hecho.
Lo primero que hay que tener en cuenta son algunas facilidades que el estado otorga a pequeños empresarios tanto en materia fiscal como jurídica.
Desde el momento de constituirse hay apoyos: el tipo de asociación empresarial conocido como SAS (Sociedad por Acciones Simplificadas) permite a emprendedores formar sus empresas con bajas inversiones y sin trámites complejos.
Ahora, en cuanto a la financiación, que es también un obstáculo a la hora de emprender, en el país hay entidades dedicadas a apoyar a nuevos empresarios. Si se dificulta el acceso a un crédito directamente con el banco está la opción de buscar la aprobación de un microcrédito, que son préstamos pequeños que se conceden, generalmente, a quienes no tienen un historial crediticio que los respalde; es importante tener en cuenta que estos créditos pueden ser personales o empresariales, y que esto determinará el monto que sea dado.
También se puede buscar un capital semilla, que consiste en una oferta de acciones en la cual quien invierte adquiere una parte de la empresa; este tipo de financiación puede conseguirse de manera particular o mediante convocatorias de planes de negocios o concursos del estado. Generalmente esta ayuda es dada para costear etapas tempranas de la consolidación de la empresa, como en un estudio de mercado o en el desarrollo de un producto que se va a comercializar.
También está la opción de acudir a fondos privados de inversión, de los que se puede obtener desde un capital inicial para la consolidación hasta un acompañamiento y asesoría para la ampliación del negocio.
Un ejemplo particular de una posibilidad de financiación es el Fondo Emprender Sena, que en algunos casos llega a financiar hasta el 100% del capital inicial necesario. Además de ser una opción de financiación también se dedican a orientar y expandir pequeñas empresas a través de sus unidades de emprendimiento.
Y para terminar vale recordar que en cuanto a pagos de parafiscales el estado da facilidades a pequeños emprendedores: existe un sistema de gradualidad en el pago, de manera que se reduzca esta carga para empresas nuevas.
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