En abril de este año 1 millón y medio de personas perdieron su empleo; en mayo más de 700.000. Sumando estas con la cifra de desempleados que ya venían de tiempo atrás, el total asciende en la actualidad a más de 4 millones 800 mil personas, según el último informe del DANE. En cuanto al nivel técnico y tecnológico en mayo hubo 656 mil nuevos desempleados y en el nivel de educación universitaria y posgrado la cifra fue de 523 mil.
“El informe tiene múltiples lecturas, pero me concentraría en lo siguiente -sostiene Lorenzo Calderón, egresado del Programa de Derecho y presidente del Comité Intergremial de Caldas -: en virtud de las consecuencias derivadas por las decisiones de aislamiento preventivo obligatorio el empleo se deterioró: la empresa y la actividad productiva fue la primera afectada. Esa especie de paro abrupto de la máquina económica del país generó una debacle y una curva ascendente de pérdida de empleo que llegó hasta el 21,4% (…). La recuperación es lenta porque uno de los efectos del cierre de la actividad productiva en virtud del confinamiento, es que muchas empresas no tenían en caja lo suficiente para sobrevivir más de 1 mes o dos meses”.
“La lectura es preocupante porque muchos de los empleos que se perdieron no van a volver a existir -sostiene Darío Arenas, egresado del Programa de Sociología y Presidente en Caldas de La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Industrias, ACOPI-. Se requiere un impulso muy fuerte en la reapertura de sectores, pero sobre todo que haya medidas de apoyo del gobierno nacional. Hasta ahora las que ha otorgado han sido absolutamente tardías, insuficientes, inequitativas y por eso el desempleo ha crecido tanto en la región, comparado por ejemplo con países como Perú, donde el desempleo ha crecido 3 puntos porcentuales, es decir, tres veces menos que en Colombia. Pero ha sido porque el gobierno ha invertido más del 12% del producto interno bruto en atender la crisis; en Colombia estamos hablando de que el gobierno ha invertido algo así como el 4%”.
En el punto sobre la inversión del Estado, Arenas coincide con Calderón. Para el Presidente del Comité Intergremial de Caldas la “esperanza en este panorama es la redimensión que pueda tomar el gasto público en Colombia: que la nación, los departamentos y los municipios entiendan que es necesario gastar en inversión. Esto significa que, por ejemplo, y hoy adquiere más pertinencia que nunca, cerramos filas en obras tan importantes en esta región como el aeropuerto del café. El Estado Colombiano ya comprometió 428 mil millones que se van a gastar en vías y en puerto aéreo, y esto va a generar muchísimo empleo, calificado y no calificado. Se activará también lo que hay detrás de la cadena de producción alrededor de la construcción: las ferreterías, el sector del cemento, la arena, la piedra, la gasolina, las volquetas, los tractores, los buldóceres, las ventas de tintos, cigarrillos… en fin, esto activa una inmensidad de cadenas productivas y además genera empleo y, en consecuencia, aumenta el nivel de consumo”.
“Se va a requerir un apoyo muy importante del gobierno nacional -afirma Arenas– porque es la única manera como se ha demostrado históricamente que se puede recuperar el empleo, que se pueden recuperar las empresas y como se ha salido de las grandes crisis en la historia reciente de la humanidad (…). El apoyo a las MIPYMES es fundamental porque son empresas que generan el 80% del empleo del país. En ese sentido es muy importante salvarlas porque de la misma manera se salva gran parte del tejido empresarial”. Según el Fondo Monetario Internacional, debido a la pandemia el número de empresas en quiebra se podría triplicar y las que están en mayor riesgo son las empresas del sector de servicios.
Natalia Yepes -gerente de la ANDI en Caldas y egresada del Programa de Derecho- hace una lectura distinta sobre el informe del DANE: “Por el análisis que hemos hecho en Caldas, esperamos que sea estacional. De abril a junio Confa reportó 15 mil empleos perdidos. Pero hemos visto que apenas se empezó a autorizar la apertura de sectores de la economía en Caldas, la siguiente semana comenzó la recuperación. Hoy en Caldas se han recuperado un poco más de 4.000 empleos formales. Las empresas afiliadas a la ANDI hacen parte, en su mayoría, del sector industrial y del sector servicios. Algunas de las empresas del sector industrial en Manizales tuvieron que suspender operaciones, pero hicieron su mayor esfuerzo por no despedir. Algunas ya empezaron a recuperar estos mismos empleos y están haciendo todo lo posible. También hemos visto, en conversaciones que hemos tenidos con los representantes de las empresas manufactureras, que han encontrado eficiencias con los trabajadores que conservaron que antes no sabían que podían tener. Entonces sí creo que va a pasar que, aunque las empresas están haciendo su mejor esfuerzo por no despedir personas, van a encontrar que pueden trabajar con menos”.
“Las empresas de servicios financieros, bancarios y de seguros, que están afiliadas a la ANDI no tuvieron que parar -agrega Yepes-. Esto por el contrario se ha incrementado y han encontrado, no solo los del sector servicios sino los del sector manufacturero, sobre todo su parte administrativa, continuidad desde el teletrabajo que yo creo que ahora sí llegó para quedarse. Aunque ya llevamos varios años haciendo teletrabajo hemos encontrado que las reuniones de este tipo son muy eficientes. Los servicios que hacen parte de la ANDI están y permanecerán. En las encuestas que hemos hecho encontramos que no han tenido que sacar personal ni cambiar. El tema de servicios relacionados con esparcimiento está más complicado. Aunque se han hecho todos los esfuerzos desde los distintos gremios, no solo desde la ANDI, para tratar de ser pilotos y activar estos servicios en Manizales y en todo el país, vemos que cuando se habla de esparcimiento no se tiene tan considerada su necesidad principal. Ahí hay una equivocación porque ellos activan la demanda. Las empresas de manufactura producen pero tienen que vender, y mucho de esto se hace a través de estas empresas de servicios”.
Este sector le aportó al país más de 34 billones al valor agregado del PIB en el 2019, según el DANE. Una de las cifras más altas en cancelación de contratos se halla precisamente allí: el 7% del total de los contratos suspendidos en mayo se dieron en este sector. Calderón coincide en este punto con Yepes: “Es un sector en el que no se ha tomado consciencia en términos de aportes al PIB. El entretenimiento como un gran género que contiene varias especies -como bares, cantinas, discotecas, billares, centros deportivos, casinos, gimnasios- pero también desde el punto de vista de la actividad cultural –el teatro, la producción de cine, la producción de televisión, los eventos deportivos, etc-, tiene una gran cadena productiva detrás”.
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Boletín Nº21
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